Por Domingo Rosario
Reflexionando en la quietud de la resaca electoral me pregunte ¿Vale la pena ser o querer ser honesto/a, dedicarse al servicio en la sociedad dominicana?, ¿Fracasamos los y las que hemos querido ser honestos/as y serviciales?. Auto cuestionándome considere que no.
En esta sociedad, el Dios válido y poderoso es el Dinero y el Poder. No importa que tan entregado tú seas al servicio. Al final sino tienes dinero nada vale. Hasta en las iglesias si no te ven dinero y/o poder, eres uno o una cualquiera más.
En los actos fúnebres si eres adinerado y tienes poder, tus actos son más “profundos” o “elevados” como usted quiera. Tú misa o tu culto será más “solemne”. Si eres alguien paupérrimo, si acaso te despide en las iglesias un ministro de tercer o cuarta categoría. Si poderosa/a vivo/a hasta se suben al pódium para alabar, destacar, tus bondades.
Lamentablemente tener dinero es lo que importa. No importa el origen de esa fortuna. No importa que sea del narcotráfico, del robo, del sicariato. Nada importa. Al final hasta los/as propios, a los y las que tú les ha servido, son los que te descartan.
“Ese muchacho es muy bueno pero no tiene dinero”; Así te dicen. Claro: Como tu vida ha sido el servicio, como es lógico no acumulará dinero.
Hoy día, durante la fase final de este proceso electoral hemos podido vivir en carne propia el padecimiento de esta realidad.
Vi corrupción; Traición; Compra de consciencia: Compra de Cédulas a granel, compra del votos, uso abusivo de los recursos del Estado, clientelismo… en fin todo un estercolero que ha producido un resultado legal pero ilegitimo.
En resumen: Reflexione y concluyo que para los y las que hemos querido ser honesto, de servicio, en esta sociedad, nada vale. Terrenalmente hemos fracasado, hemos sido derrotados en la República Dominicana. Podríamos tener recompensas en el cielo, pero aquí, por ahora, tenemos perdida la batalla.
De no tener razón expréseme todo su parecer. Armemos una cadena de debate. Lléveme usted a la realidad.